Una de las primeras preocupaciones de las familias de niños que luego serán diagnosticados de TEA (trastornos del espectro del autismo) están relacionadas con el lenguaje. En otro artículo comentábamos algunas señales de alarma que podría estar indicando un retraso o un desarrollo anómalo del mismo.
Sin embargo, la comunicación humana es una capacidad mucho más amplia que el lenguaje y que se empieza a desarrollar mucho antes que este.
Desde la cuna, ya en los primeros meses de vida, los bebés están preferentemente orientados a estímulos sociales: las voces y sonidos humanos, sus caras y expresiones faciales e incluso sus movimientos. Esto significa que les interesan mucho más el mundo de las personas que el de los objetos. Y siempre que haya seres humanos cerca, estos captarán preferentemente la atención del bebé.
Pronto, los bebés descubren que cuando ellos emiten sonidos, se ríen o estiran los bracitos, las personas que hay a su alrededor responden con más sonidos, más sonrisas y más movimientos. Los papás y las mamás (y los abuelos, y los tíos…) son los mejores y más atractivos juguetes de causa-efecto para los bebés. ¡Les alucinan!
Poco a poco van desarrollando la noción de que las personas ante sí son agentes, seres con una mente propia distinta a la suya. Pero sobre los que pueden influir con sus propias conductas. Esto es, van desarrollando intención comunicativa (si se caen y nos miran vamos corriendo y les cogemos, si sonríen les hacemos más monerías, si estiran los bracitos les cogemos a upa…).
Gracias a este desarrollo progresivo de las capacidades de comunicación, aparece una capacidad determinante de todo nuestro desarrollo y de nuestra capacidad de adaptación como humanos: la atención conjunta. El niño ya es capaz, no solo influir en la conducta de la persona que tiene delante. Gracias al desarrollo de la atención conjunta ya puede influir también en el contenido mental de las personas: yendo por la calle de la mano de su mamá, al ver acercarse a un perro, estira el dedito hacia él y mira a su madre con cara de sorpresa y alegría, su mamá enseguida le sonríe también y le dice “sí, un perrito”. La mamá habrá aprendido que los perros le gustan y siempre que haya una oportunidad compartirán esta nueva pasión. La atención conjunta es la habilidad para compartir un foco de atención, una acción o un objeto con otra persona. Está en la base de nuestra capacidad para conectar con otros seres humanos, de aprender y de comunicarnos.
Hoy sabemos que la atención conjunta es el precursor de la comunicación referencial (esto es, del desarrollo de conductas comunicativas -palabras o gestos- para referirnos al mundo que nos rodea), del desarrollo del vocabulario y de la competencia comunicativa general.
Pues bien, tanto la intención comunicativa como la atención conjunta son capacidades que se encuentran alteradas en el desarrollo del niño con TEA. Las dificultades en estas dos áreas tienen un efecto en cascada en otros muchos aspectos de su desarrollo comunicativo, social, afectivo, e incluso cognitivo.
La intervención temprana en TEA o en cualquier alteración del desarrollo social o comunicativo debe abordar de manera prioritaria y sistemática el trabajo en estas dos habilidades básicas. PACT es la terapia específica en comunicación mediada por familias que utilizamos en HoDARI. Las primeras fases de este programa se orientan específicamente a desarrollar en el niño la espontaneidad en la comunicación, la intención comunicativa y la atención conjunta. [Aquí puedes leer más información sobre nuestro programa de comunicación y aquí un resumen de las razones que nos llevan a utilizarlo].
Estas habilidades son el cimiento del posterior desarrollo comunicativo del niño, por tanto, no tiene sentido apresurarnos a enseñar conductas comunicativas más complejas si no hemos establecido primero correctamente las bases de las interacciones humanas. La experiencia y la evidencia nos dice que cuando fomentamos el desarrollo de la intención comunicativa y de la atención conjunta, se despliegan posteriormente y de manera mucho más natural otras muchas habilidades de comunicación.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros si crees que tu familia puede beneficiarse de nuestro programa de comunicación.