En HoDARI llevamos ya más de un año trabajando con el método PACT con varias familias y con perfiles muy diferentes de niños y niñas con TEA. Ya sabíamos que es un método que reúne buenas evidencias científicas y que sus beneficios estaban contrastados en el ámbito de la comunicación y el juego (ver este artículo) pero queremos hacer un breve resumen, desde nuestra propia experiencia, de algunas de las ventajas de PACT frente a otros métodos que utilizábamos previamente.
Los familiares desarrollan una comprensión profunda de las señales comunicativas de sus hijos e hijas, lo que les capacita para entenderles e interactuar mejor
Los familiares aprenden a respetar y poner en valor la forma particular de estar en el mundo del niño o la niña. Abandonan expectativas que van en contra de su naturaleza o que se centran en sus debilidades, para focalizarse en sus fortalezas.
Los familiares ganan autoconfianza y se empoderan, se sienten más capaces de analizar por sí mismos y de buscar alternativas y soluciones a problemas (¡y hemos comprobado que sus maneras de encarar los retos son, muchas veces, más acertadas y efectivas que las que pueda proporcionar la terapeuta!).
Los familiares aprenden de forma vivencial el concepto de atención conjunta, y entienden que es algo más amplio de lo que pensaban hasta ahora. Aprenden además cómo favorecerla de manera sencilla y efectiva.
Aumenta el bienestar emocional del niño en la interacción con el adulto: desaparece la evitación, se sienten más seguros, cómodos y a gusto con el adulto y esto hace que aumenten los acercamientos espontáneos y las ganas de interactuar. Aumentan también las ganas de compartir los materiales y las acciones con el adulto.
Las habilidades que desarrollan los familiares para acompañar en el juego a sus hijas e hijos contribuyen a aumentar los tiempos de atención sostenida a objetos y actividades. Además, el juego se hace más elaborado, más rico, más funcional, más complejo, cuando el niño o la niña está en compañía del adulto capacitado.
Disminuyen los problemas de conducta al incrementarse los niveles de bienestar emocional y mejorar la capacidad de comprensión y expresión del niño o la niña y la capacidad de comprensión y ajuste del familiar.
Uno de los efectos que más nos ha llamado la atención es que, al respetar la iniciativa y el interés del niño, lejos de intensificarse los intereses repetitivos, los intereses del niño se amplían y se hacen más flexibles. Es como si al respetar sus tendencias e iniciativas, pudieran dejar caer ese muro de protección que en ocasiones levantan en torno a sí mismos, abrieran una puerta, nos permitieran ver lo que hay dentro y se empezaran también a interesar por lo que hay fuera.
Y además de todo esto, aparece un disfrute compartido tan natural y tan genuino, que nos deja claro que cuando elegimos PACT para acompañar a nuestras familias hicimos la elección correcta.
Por tanto, no podemos más que agradecer al equipo de Catherine Aldred y Jonathan Green por desarrollar este método, a las y los terapeutas e investigadores que siguen contribuyendo a mejorarlo y a las familias que nos deslumbran cada día con su capacidad de lucha, de empatía y de amor incondicional. GRACIAS. MUCHAS GRACIAS.
Julia Robles
Psicóloga – Directora de HoDARI